¿Cómo elegir juguetes?

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Los juguetes son mucho más que cosas para jugar. De hecho, los chicos y chicas pueden jugar sin juguetes. Hay chicos o chicas que tienen demasiados y otros que no tienen ninguno. Los extremos no son óptimos.

Desde hace siglos los juguetes industrializados forman parte de nuestra vida y significan muchas cosas, por eso los seguimos fabricando, comprando y regalando. Son medios de transmitir ideas, valores y cariño, también de negociación entre adultos y niños. ¿Cómo no va a ser difícil entonces, elegir uno?

A olvidarse de las recomendaciones de las jugueterías, o de las recomendaciones por edad y por género; esta vez, les proponemos elegir distinto: acá brindamos algunas pautas que pueden a ayudar.

1- No importan los objetos. Importa la experiencia. Se puede regalar un paseo, una salida al teatro, un picnic en un parque y una noche de exploradores al lado del río. O también regalar un juguete que proponga una experiencia lúdica. Es la experiencia que el objeto pueda motivar lo que abre nuevos mundos.

2- Un juguete es mejor cuanto más versátil es: para jugar solo o de a muchos, para jugar con pares o con otros de diversas edades, para jugar adentro o afuera, si puede combinarse con otros juguetes que ya tenemos y con otros elementos como piedras, agua, nieve, objetos de la casa, etc. Con un juguete versátil se puede jugar durante mucho tiempo y propone un modelo de juego no consumista.

3- Un juguete es mejor cuánto más estimula el juego grupal, participativo e interactivo. Jugar en grupo es explorar un modelo de sociedad plural, no individualista.

4- Un juguete es mejor si logra responder a las necesidades e intereses de un niño o niña en particular. Saber la edad no basta, porque cada chico es diferente, con diferentes gustos, necesidades, deseos y estilos de juego. Además, algunos chicos y chicas tienen espacios grandes para jugar y otros no, algunos viven con muchos hermanos y hermanas y otros no, y cada una de esas cosas influye en el modo de jugar y en las preferencias y necesidades.

5- Un juguete es mejor si no promete cosas falsas. Los juguetes son para jugar, no para hacer que seamos más inteligentes o tengamos más destrezas. El juego por sí mismo hace crecer. Mientras jugamos se aprende de todo, como en la vida. Los juguetes que “enseñan cosas” no son juguetes, son materiales didácticos.

6- Un juguete es mejor cuando no transmite visiones estereotipadas o despreciativas de los roles de género, cuando no promueve la violencia, la competitividad, la desvalorización de otro grupo social ya sea explícita o implícitamente. A veces el estereotipo es bastante sutil: las figuras de nenas siempre de trenzas y pollera, las de los varones de pantalones y asociadas a “cosas de varón”; las pieles de los muñecos siempre blanca, la decoración es rosa y de princesas, las referencias son siempre urbanas, etc.

7- Un juguete es mejor si propone una estética novedosa capaz de ampliar los gustos y las apreciaciones sobre los colores y formas. Algunos juguetes proponen a los más chicos una estética infantilizada, un mundo estéticamente estereotipado, edulcorado y naive.

8- Un juguete es mejor si se puede ver bien antes de comprarlo. Cuando uno compueba que el juguete es lo que dice ser y que su envase no engaña, si funciona bien y se ve bien construido: sus partes son sólidas y sus uniones son fuertes. Eso lo hará resistente al uso durante los juegos y responder al uso que propone.

9- Un juguete es mejor si cumple las normas de seguridad. En el envase debe estar la marca ST visible, legible e imborrable y la edad de prohibición del juguete, (ojo esta no es la edad sugerida de uso). Es la garantía de que cumplen todas las normas de seguridad en cada país. Así como también en el envase deben figurar los datos del fabricante y en los instructivos y etiquetas las advertencias y riesgos de uso (si los hay). En caso de los juguetes extranjeros estos etiquetados deben estar dos veces, por el país de origen y por el país donde se vende.

10 –Un juguete es mejor si no hay que tenerlo guardado para que no se rompa o para que otros chicos y chicas no lo toquen. En ese caso no es un juguete sino una cocarda. Uno puede buscar juguetes durables para que la experiencia de juego dure más y para no contribuir con la polución del planeta, pero también saber que cuando jugamos ¡las cosas se pueden romper!

Y de yapa…

Un juguete es mejor si no es merchandising.

Mejor que un juguete es tener tiempo y espacio para jugar.

¡Felices fiestas!

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